Todos sabemos que nuestras cocinas son verdaderos laboratorios culinarios, donde probando y combinando diferentes ingredientes, vamos haciendo platos dulces y salados a nuestro gusto.
Esto es lo que he hecho con esta tarta, quitar y poner de unas tartas y de otras, saliendo una tarta muy rica y suave, aunque la prosima vez tengo que pasar la glasa por el colador, para que salga más fina y ese es el único defecto que le pongo yo para el resto estaba perfecta.
Probarla que os va encantar, os lo aseguro.
INGREDIENTES
Para el bizcocho:
3 huevos
100g de azúcar
200 g de castañas cocidas y peladas
50 g de harina
10g de levadura
80 g de mantequilla
Para la glasa:
3 yemas de huevo
3 cucharadas de agua
3 cucharadas de azúcar
media nuez de mantequilla
Molde desmoldable de 19 cm
Bizcocho: Separamos claras de yemas y batimos estas últimas bien con la mantequilla y el azúcar, añadimos las yemas, seguimos batiendo hasta que esté todo bien incorporado.
Las claras se baten a punto de nieve, reservando.
Tamizamos harina y levadura incorporando las castañas picadas no muy pequeñas. Vamos incorporando suavemente cucharadas de claras de huevo a punto de nueve y sin batir a la mezcla de yemas, alternando con la harina y levadura, así hasta terminar con todos los ingredientes y procurando no se nos baje mucho. Con el horno precalentado horneamos el bizcocho a 180º durante 35-40 minutos.
Comprobando con un palillo si está cocido. Retiramos del horno y dejamos entibiar.
Glasa: mezclamos todos los ingredientes en un cazo, menos la mantequilla que se la añadiremos al final, ponemos a fuego medio el cazo sin parar de remover la mezcla, hasta que espese y añadimos la mantequilla, para que nos quede la glasa mas fina la pasamos por un tamiz y se la echamos a la tarta por encima, decorando con una castañas cocidas, que les damos brillo con un poco almíbar.
Que os parece.... probarla y me contáis, necesito opiniones.....